Para muchos estudiantes, el año en el extranjero es uno de los mejores momentos de sus vidas universitarias. Un estudiante de SELCS nos cuenta sobre sus recuerdos de Valencia, una ciudad llena de luz y buena gente. Para él, cada experiencia desde la comida hasta las dificultades que enfrentó con el dueño de su piso, le dio nuevos conocimientos para su desarrollo personal.

Una otra estudiante de UCL, Vanessa Obi, nos habla sobre su año en Granada y Milán. Vanessa explicó que Granada era demasiado pequeña para ella y tuvo dificultades con sus lecciones en la universidad y con conectarse con otros estudiantes españoles. Por otro lado, su experiencia en Milán le encantó, aunque tuvo que volver a Londres en enero después de solo dos semanas allí, porque Milan se había convertido en el epicentro Europeo del COVID-19.

Como podemos ver, el año en el extranjero es una experiencia con ventajas infinitas: el perfeccionamiento del idioma, la posibilidad de ampliar el conocimiento cultural y de crear nuevas amistades o contactos laborales internacionales. Aunque a veces habrá experiencias difíciles, especialmente en la época de la epidemia, es crucial que esto no nos desanime, porque aún podemos sacar partido de las oportunidades que el programa nos ofrece.